Domingo V de Cuaresma

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Cuaresma
Data : 
Domingo, 17 Marzo 2024
Que nos dejemos atraer y cautivar por Jesús

Dios nuestro,
el profeta invita a conocerte
como Dios de la alianza,
que da la mano,
que es amigo y Padre por siempre;
que tiene el nombre de cada uno de nosotros
grabado en el corazón.

Por eso te pedimos
que sepamos aprender a conocer quién eres,
que cada día escuchemos tu voz
y tengamos contigo una relación familiar.

Haz que nazca en nosotros
aquel anhelo que expresa el evangelio:
«quisiéramos ver a Jesús»;
para que nos dejemos atraer y cautivar por Él
y podamos decir como los apóstoles
después de la Pascua:
«¡Hemos visto al Señor!»
porque nos hemos convertido, como Jesús,
en el grano de trigo
que no teme entregarse totalmente
al servicio de los demás.

Que cada cristiano y toda la Iglesia
seamos también como Felipe y Andrés,
acompañando a otros hasta Jesús,
estando al lado de cuantos desean
ser discípulos de Jesús;
o de los que buscan
el sentido de la existencia
y el bien común.

Que seamos capaces
de no buscar tanto
lo que nos satisface o nos gusta
sino lo que tú, Padre,
quieres para nosotros,
escuchando más tu llamada
que nuestra propia voz.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, que sepamos leer tu presencia en «los signos de nuestro tiempo»

Señor, que nuestra vida «te muestre»
a las personas que no te conocen.
Que nuestra manera de actuar
mueva su curiosidad y deseen conocerte.

Señor, los logros científicos,
la educación de los hijos,
los trabajos de los cooperantes
suponen morir a muchas posibilidades.
Nos cuesta morir, Señor,
quisiéramos conseguir las cosas
sin esfuerzo.
Ayúdanos a mantenernos fieles
en momentos de dificultad.

Señor, tú aceptaste
que había llegado «tu hora»;
nosotros nos empeñamos en cambiarla.
Vivimos momentos difíciles,
danos fuerza para no huir
y ayudar a los que más nos necesitan.

Señor, que sepamos leer tu presencia
en «los signos de nuestro tiempo».
Que, cegados por nuestras creencias,
y seguridades,
no volvamos a echarte de nuestro mundo.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Jesús se fía de Dios contra toda esperanza

Jesús, a través de su oración y de su acción,
posee una comprensión profunda
del proyecto del Padre,
está en comunión con Él.

Cuando nosotros nos mantenemos unidos a Dios,
descubrimos su voluntad
a través de las circunstancias externas.

Jesús es consciente del fracaso de su misión.
Humanamente hablando
parece que todo ha sido inútil.
Se fía de Dios contra toda esperanza
y gracias a esta fidelidad
surge un nuevo pueblo de creyentes.

Nos acercamos a la Semana Santa
y puede sernos de gran ayuda
imaginarnos entre el público
que presencia la condena de Jesús.

Si a lo largo de la semana
nos sentimos juzgados injustamente
o nos llegan notícias de juicios o ejecuciones injustas,
pidamos que el nombre de Dios sea glorificado.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Vivir la nueva alianza

Jesús,
en ti se hace realidad la nueva alianza
anunciada por Jeremías en nombre de Dios.

Una alianza que se construye y se vive
con un amor hondo y fecundo
que impulsa a la persona a prodigarse.

Nos hablas del grano de trigo,
que, para poder dar vida,
ha de morir él mismo
y así liberar la riqueza de vida nueva
que guarda en su interior.

Si me doy por amor y con generosidad,
haré crecer mi vida y la de los demás.
Haz que nunca tenga miedo
de vivir un amor así,
que me invite a llevar la cruz de la donación total
como Tú lo hiciste.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que cada día escuchemos tu voz

Dios nuestro,
el profeta invita a conocerte
como Dios de la alianza,
que da la mano,
que es amigo y Padre por siempre;
que tiene el nombre de cada uno de nosotros
grabado en el corazón.

Por eso te pedimos
que sepamos aprender a conocer quién eres,
que cada día escuchemos tu voz
y tengamos contigo una relación familiar.

Haz que nazca en nosotros
aquel anhelo que expresa el evangelio:
“quisiéramos ver a Jesús”;
para que nos dejemos atraer y cautivar por Él
y podamos decir
como los apóstoles después de Pascua:
“¡Hemos visto al Señor!”
porque nos hemos convertido, como Jesús,
en el grano de trigo que no teme
entregarse totalmente al servicio de los demás.

Que cada cristiano y toda la Iglesia
seamos también como Felipe y Andrés,
acompañando a otros hasta Jesús,
estando al lado
de cuantos desean ser discípulos de Jesús,
o de los que buscan el sentido de la existencia
y el bien común.

Que seamos capaces
de no buscar tanto lo que nos satisface
o nos gusta
sino lo que tú, Padre, quieres para nosotros,
escuchando más tu llamada
que nuestra propia voz.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que contigo sea grano de trigo que da fruto al morir

Cuando se acerque la hora del temor, Señor,
que sea cogido de tu mano.
Que contigo sea grano de trigo
que da fruto al morir.

Nos has creado con el instinto
de conservar i amar la vida,
pero también con el anhelo de una plenitud
que sabemos que no hallaremos en este mundo.

Desde la cruz nos enseñas que la muerte
puede ser un mayor nacimiento, Señor,
si hacemos de la vida una ofrenda,
una semilla que germina y da fruto.

Tú también estabas asustado, Señor,
y por esto no debemos avergonzarnos
del miedo que nos da sufrir y morir.

Pero hacerlo cogidos de tu mano
es el mayor consuelo que podemos tener.
Tú no te hiciste solamente solidario
de todos los que sufren físicamente,
sino también del dolor moral
de los que se sienten abandonados de todos.
Y, sin embargo, afrontaste la muerte de frente
y la venciste. ¡Gracias, Señor!

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que, empapados de tu amor, sepamos amar de verdad

Señor, gracias porque,
desde antes de la creación del mundo,
has querido tener una relación personal
con cada uno de nosotros.

Has querido pactar,
crear un vínculo,
promover una amistad.
Tú quieres ser nuestro Dios,
nuestro Padre,
nuestro protector,
aquel que nos da la vida.

Pero, como no podría ser de otra manera,
es necesario que nosotros correspondamos a tu amor,
no solo con el cumplimiento de normas,
sino, sobre todo, con un corazón enamorado de Ti.

Se nos hace difícil amar a quien no hemos visto,
por eso ha venido tu Hijo.
Nos ha hablado de Ti
y nos ha mostrado tu gloria,
pero, para mostrarnos hasta qué punto nos amas,
ha abierto sus brazos en la cruz
y nos ha mostrado tu corazón.

Que esta experiencia transforme nuestro ser
para que, empapados de tu amor,
sepamos amar de verdad,
tal como Tú has hecho con nosotros.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret