Bautismo del Señor

Ciclo y fecha
Cicle: 
C
Temps: 
Navidad
Data : 
Domingo, 9 Enero 2022
Tú eres mi hijo, el amado

Cada momento vivido en tu presencia, Señor,
se viste de una luz nueva
i se convierte en un momento de gracia,
una chispa de eternidad.
Déjanos disfrutar de este momento
de encuentro y de comunión que es la eucaristía
porque, aún con el sabor de tu pan,
el corazón se sabe lleno de tu voz
que nos dice al oído:
«Tú eres mi hijo, el amado»,
y nos llena de paz porque has hecho
un pacto de amor con nosotros para siempre.

Gracias porque te sabemos cercano
a nuestras vidas,
y nos infundes el ánimo necesario para caminar
con una confianza y fuerza renovada
y poder empezar así la jornada con otra mirada,
con unas manos más abiertas
y disponibles para el servicio,
y con la alegría y serenidad que sosiega
el corazón de quien sabe que no está solo.

Que tu voz resuene hoy también
en nuestro corazón,
para que siga siendo la fuerza
que nos enseña a vencer los miedos,
romper las pequeñas esclavitudes de la rutina,
salir de nuestra oscuridad
y convertirnos en caminantes.

Que sepamos despertar
los deseos más profundos
en el corazón de los demás,
especialmente en los niños,
para ayudarlos a crecer.
Que no perdamos la fe en la vida, Señor.
Nos ponemos en camino.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Tú eres mi hijo

Hemos sido bautizados
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Por el bautismo hemos sido unidos a ti, Cristo,
y formamos parte de tu cuerpo, que es la Iglesia;
nos ha hecho cristianos e hijos de Dios.
y formamos parte de tu cuerpo, que es la Iglesia;
nos ha hecho cristianos e hijos de Dios. 

Esta es la fuente
de la que emana todo bien espiritual;
el río y el baño que nos purifica de todo pecado,
por las aguas que tú, Señor,
has santificado con tu contacto. 

Tú, que eres el Santo, no tenías
 por qué bautizarte. 

Pero también en esto has querido dar ejemplo.
Y has provocado que, sobre ti,
se abra el cielo para nosotros;
que el Espíritu descienda suavemente, como una paloma,
sobre ti y sobre nosotros. 

Concédenos que, unidos a ti y junto a ti,
vivamos con la plenitud y la alegría
de cumplir siempre la voluntad del Padre.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que como Juan Bautista sepamos ver el misterio y la grandeza que hay en cada persona

Señor, un buen día dejaste tu casa y saliste
en busca del designio de Dios para tu vida.
Ayuda a nuestros jóvenes a buscar su camino
a pesar de todos los contratiempos y dificultades.

Señor, no encontraste el signo que buscabas
ni en el Templo ni en el sistema religioso de Israel.
Dios se hizo presente en el movimiento
contestatario de Juan Bautista.
Danos, Señor, lucidez y humildad
para discernir lo bueno, venga de quien venga.

Señor, que como Juan Bautista
sepamos ver el misterio y la grandeza
que hay en cada persona.
Juan no te siguió pero animó a sus seguidores
a ser discípulos tuyos.

Señor, tu bautismo
fue la culminación de tu vida laical.
Que los cristianos sepamos encontrar
nuestro lugar dentro de la comunidad cristiana
sintiéndonos hijos muy amados del Padre.

Ayuda, Señor, a los padres
que deciden bautizar a sus hijos.
Que sepan educarlos en la fe.
Que en todo momento
sientan el apoyo de la comunidad cristiana. 

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Mi yo más auténtico, está enraizado en el Padre

Habiendo participado de la eucaristía,
unido a ti por la comunión,
escucho yo también,
con confusión y agradecimiento,
la voz del Padre:
«Eres mi hijo, mi amado;
en ti me he complacido».

De tal palo tal astilla.
Por eso creo que el fondo
más profundo de mi ser,
mi yo más auténtico,
está enraizado en el Padre,
que es silencio paciente,
perdón, paz, luz y vida.

Como tú, Jesús, quiero hacerme solidario
de toda la humanidad que tiene necesidad
de un bautismo regenerador,
de un nuevo nacimiento que haga germinar
las semillas de vida eterna,
las capacidades de amor, perdón, paz y ternura
que el Padre ha puesto en ella
y que tú has desarrollado
en la unidad del Espíritu.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Me has llamado a ser testigo de tu luz

Me siento feliz y agradecido, Padre,
por mi bautismo.
Lo recibí cuando aún no podía tener
conciencia de él,
pero era fruto precioso del amor
que me envolvía:
el amor familiar y el amor de la familia-Iglesia,
signos, ambos, de tu amor para cada persona.

Ahora te pido, Padre, que aquel fuego
que encendiste en mí
-fuego que es luz, amor y capacidad de amar-
no lo deje apagar, sino que lo alimente cada día
siendo una persona que ora,
que escucha y acoge tu Palabra,
que se propone servir y ser hermano
de todos tus hijos e hijas
a quienes amas con el mismo afecto
que a tu Hijo Jesús.

También te agradezco, Padre, porque cada día
tengo la oportunidad de hacer el bien
o de servir a los demás.
Ayúdame a no dejarme vencer
por el cansancio o el desánimo.

Que mi tendencia egoísta
o la crisis en que vivimos
no sean jamás una excusa que me aparten
de mi vocación:
me has llamado a vivir en la gran familia
de los hijos e hijas a quienes tú amas
de modo entrañable e incondicional
y a ser, todos juntos, testigos de tu luz,
signo y prenda de tu alianza
con toda la humanidad.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que sepamos escuchar las palabras de Jesús

Señor, enséñanos a entrar
en las aguas de la vida,
para que se abran los cielos
y podamos escucharte.

Que sepamos ser uno más,
como la multitud que acudía
a buscar a Juan en el Jordán
para ser bautizados.

Y que, sin sentirnos
ni mejores ni peores que el resto,
nos demos cuenta de que somos
tus hijos queridos,
tus escogidos,
que te complaces en nosotros.

Que sepamos escuchar las palabras de Jesús,
que resuenen en nuestro corazón,
que las meditemos,
que las veneremos
aunque no seamos capaces de entenderlas.
Son la guía que nos dirige hacia Ti.

Que no quedemos deslumbrados por tu presencia,
ni en el Jordán ni en el Tabor,
sino que salgamos de las aguas
determinados a ir al encuentro
de nuestros hermanos.

Lo que hemos vivido no es para nosotros,
debemos compartirlo.
Tenemos que anunciar a todos
que también son hijos amados de Dios.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret