Asunción de la Virgen María
¿La Asunción es un privilegio o una primícia?
1. Me gustaría empezar la homilía de hoy, fiesta de la Asunción de Santa Maria con una canción muy ingenua que años atrás se cantaba bastante en Cataluña. Todavía hay quién la canta con una ternura encantadora. Explica con versos muy sencillos la vida de Maria de Nazaret: La Virgen María, cuando era niña, iba a costura a aprender de letra. // Dentro de un cestito lleva cuatro manzanas, un bocado de pan, también avellanas. Y acaba: El ángel entró por la ventanilla: Salve, María, de gracia llena. En la noche de Navidad serás Madre Virgen, tendrás un Chiquillo, cual una la estrella. // Será tu Hijo, hijo de una Virgen. Su nombre será Jesús Salvador, Rey de cielo y tierra.
2. Aquella buena gente condensaba en letras muy sencillas su profundo sentido de Dios y de Santa María, cosa que los sabios tan sabios de hoy no son capaces de hacer. Acercaban a los niños la figura de Santa María que hacía el mismo camino: colegio, aprender a leer y a escribir, con una meriendilla, alguna manzana unas avellanas. Los tiempos han cambiado. Pero entonces y ahora los angelitos les hacen compañía como la hacían a la niña María.
3. Y no disimulaban la vida sencilla y austera de la futura Madre de Jesús, la Virgen María. Ella dejó siempre una ventanilla abierta al Espíritu Santo. No tuvo un camino fácil. Tuvo que andar su camino de fe casi a solas contra muchas evidencias. Elisabet la felicitó por haber creído, por haberse fiado de Dios.
4. ¿La Asunción es un privilegio o una primícia? Si es un privilegio, cargamos a la María de Nazaret, de tantas maravillas que nos queda muy lejos de nosotros. De Maria nunquam satis, decían con buena fe. Pues no, María se asemeja más a la niña que iba a “costura”. Un niña, una chica, una mujer en quien se pueda mirar cualquier mujer y cualquier hombre. Es bienaventurada no por ser la llena de gracia, la madre de mi Señor, sino porque ha creído, se ha fiado de Dios y se ha puesto a su disposición.
5. Jesús es la primicia de quienes han salido de las garras de la muerte: después de él venimos todos nosotros. Y el pueblo cristiano muy pronto consideró a la Madre de Jesús como el primer fruto. Y la considerava la privilegiada.
6. María es la Madre del Señor profunda y amorosamente unida a su Hijo: como madre, como educadora, como discípula seguidora de Jesús durante la vida, y fiel, como madre y como mujer, al pie de la cruz. Como hijos de Adán que somos, todos hemos de morir. Jesús murió. Y murió también Santa María. Pero Jesús y María nos dicen que la muerte no tiene la última palabra. Jesús ha vencido a la muerte resucitando el primero. Y para confirmar que también nosotros resucitaremos con Él, hace partícipe a su Madre de su resurreccción. María, unida a Jesús en la vida y en la muerte, es la primera a compartir la resurrección. Y detrás de ella vamos todos. Como assunta e Inmaculada realiza el sueño del Padre Dios cuando pensó en nosotros. Nos quería santos e inmaculados a sus ojos. Y María Asunta acanza el punto de llegada de la redención: la glorificación de la humanidad en Cristo.
7. Vean lo que dice san Pablo. Dios nos ha hecho revivir junto con Cristo. Nos ha resucitado con y en Cristo. Y en Cristo también y en Él nos ha hecho sentar bien cerca suyo al cielo.Y remarca la inmensa bondad y generosidad del Padre.
8. Es esto lo que celebramos hoy. María conformada del todo a su Hijo resucitado, la llamamos esperanza nuestra. En Ella vemos realizado lo que nosotros esperamos. Es la garantía que la persona entera es salvada, que nuestra humanidad entera disfrutará de la felicidad de Dios.
9. Y es a la vez Madre de misericordia, capaz de mirarnos con ojos maternales y animarnos a hacer nuestro camino como lo hizo ella: con fe y con amor.