Bautismo del Señor

Dios lo proclama el Hijo, amado, en quién Él se complace

1. El Mar Rojo y el río Jordán representan el bautismo que el pueblo de Israel liberado de la esclavitud de Egipto y a punto de entrar en la tierra prometida recibieron bajo la guía de Moisés y de Josué. Jesús, el buen carpintero de Nazaret, se presenta al Jordán para que Juan lo bautice, lo introduzca a su misión. Joan se resiste. Jesús le recuerda que este es el encargo que ha recibido de Dios.

2. En el Jordán, el cielo cerrado a la profecía desde siglos, se abre y baja el Espíritu Santo sobre Jesús. Y toma conciencia clara de su misión. Y cómo una paloma se posa sobre él. Y la Voz del Padre -el Padre nunca se presenta visiblemente-, lo proclama el Hijo, amado, en quién Él se complace.

3. Estas palabras tan cortas, evocan el Salmo 2,7: Tú eres mi Hijo. El amado, el único, como lo era Isaac para Abrahán Gn 22,2. Estoy muy contento de ti, como el Siervo de quien habla Isaías 42,1. Actuará con profundo respeto por las personas. Sin gritos ni amenazas, sin aplastar la caña cascada, salvando la poca luz de la mecha humeante.

4. En el Evangelio, el bautismo de Jesús señala el principio de su actividad y los Hechos de los Apóstoles ponen en labios de san Pedro hablando a la familia del centurión Cornelio: Se inició en Galilea con el bautismo que Juan proclamó. Me refiero a Jesús de Nazaret, que Dios ungió dándole el Espíritu Santo y la fuerza salvadora; y así, pasó haciendo el bien y curando a quienes se encontraban bajo el dominio del diablo, porque Dios estaba con Él.

5. En la liturgia la epifanía o manifestación de Jesús en el mundo se desenvuelve en tres celebraciones: fiesta de los sabios de oriente, el bautismo y en el próximo domingo las bodas de Canà.

6. Recordemos nuestro bautismo. En él fuimos zambullidos en la vida de Dios Pare, Hijo y Espíritu Santo y fuimos ungidos para continuar en nuestra vida cristiana la vida y la obra de Jesús. Pasemos como él por la vida haciendo y esparciendo el bien y superando lo que no nos deja ser personas, creadas a imagen y semejante de Dios.