Jesucristo, rey del universo

Ciclo y fecha
Cicle: 
A
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 26 Noviembre 2023
Te proclamamos rey en nuestros corazones

Te damos gracias, Señor, y te alabamos.
Reconocemos que eres el Señor del universo.
Cuando llegue el fin de los tiempos,
toda la creación y toda la humanidad lo verán.

Hoy, en fe, te proclamamos rey en nuestros corazones.
Queremos que reines en todos los aspectos de nuestra vida.
Queremos dejar de ser esclavos de los caprichos de nuestro egoísmo.

Necesitamos sentirnos libres
y esto solo es posible si reinas de veras en nuestro interior.

Eres el buen pastor,
que nos conduce por verdes praderas
y prepara la mesa de la Eucaristía para nosotros.
Que corre en busca de la oveja perdida,
venda a la que se ha caído
y cura a la enferma.

Nos guías por caminos seguros,
que no son otros que seguir tu ejemplo
y cuidar de nuestros hermanos
tal como Tú has hecho con nosotros.

Esperamos confiados el fin de los tiempos,
porque al igual que hoy estás presente en  nuestras vidas
y nos cuidas,
también lo harás cuando llegue el momento definitivo.
Nos llevarás a un lugar de reposo
y nada nos faltará.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que seamos fieles a tu voluntad de libertad y compromiso

Señor, en nuestra sociedad los políticos
muchas veces realizan un servicio a la sociedad
pero otras veces se aprovechan de ella,
de nosotros, para su propio beneficio.
Que sepamos elegir a quien sea consciente
de su función y la realice con honradez.

Señor, tú no quisiste ser rey.
Sabes que los humanos
buscamos líderes que nos solucionen la vida.
buscamos padres que nos protejan
y nos den lo que necesitamos.
Que seamos fieles a tu voluntad
de libertad y compromiso.

Ayúdanos, Señor, para que nuestros ojos
se hagan misericordiosos y no sospechen
ni juzguen a nadie por su apariencia,
sino que aprendan a ver
la belleza del corazón del hermano.

Señor, ayúdame para que mi lengua
se haga misericordiosa,
y no hable mal de los cercanos,
sino que tenga palabras de consuelo y perdón.

Señor, sea cual sea el resultado
de la jornada electoral
que sepamos actuar con madurez y civismo.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que en nuestro mundo florezca la justicia y la paz

Señor, confía tu juicio a nuestros gobernantes,
tu justicia a los que nos gobiernan,
para que rijan a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Señor, defiende a los humildes del pueblo,
socorre a los hijos del pobre
y convierte al explotador.

Señor, que en nuestro mundo florezca la justicia y la paz.

Señor, atienda al pobre que te pide ayuda,
al afligido que no tiene protector;
apiádate del pobre y del indigente,
y salva la vida de los pobres. 

"La Missa de cada dia", de l'Editorial Claret
Has hecho de la cruz el trono desde donde reinas

Cierro los ojos e imagino:
qué satisfacción, qué plenitud
cuando oiga decir al Señor:
«ven, bendito de mi Padre».

Abro los ojos y escucho el mismo «ven»
en el hambriento y sediento,
el enfermo y el viejo solitario,
el preso, el refugiado, el sin techo…
Pienso: qué suerte haberte reconocido,
qué privilegio escuchar tu palabra
y conocer el camino que lleva a ti.

Y qué gozo también saber que te acercas
a tanta gente que no te conoce
pero que tiene el corazón abierto para amar
y las manos libres para ayudar
y apoyar a quien lo necesita.

Tu voluntad es que no se pierda nada
de todo lo que el Padre te ha dado.
Por eso has hecho de la cruz el trono
desde donde reinas, irradiando misericordia
y perdón hacia todas las criaturas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Tu reinado empieza en el corazón de cada uno de nosotros

Señor, cuesta imaginarte como Rey
y mucho más viendo la burla
de la que fuiste objeto.
Los humanos podemos ser muy crueles
cuando creemos tener un poco de poder.
No olvides, Señor, a los que se sienten
maltratados o humillados.

Señor, la fiesta de hoy nos recuerda
que Tú eres la máxima autoridad
en la comunidad cristiana.
Tú eres nuestro guía y nuestra fuerza.

Tu Reino, Señor,
se parece a un grano de mostaza,
a la levadura en la masa...
tu reinado empieza en el corazón
de cada uno de nosotros. 
Nuestras obras y de nuestro buen hacer
harán que sea reconocido y amado.

Señor, hoy acaba el año Litúrgico.
Tu Palabra ha ido iluminando nuestro caminar.
Que el tiempo de Adviento
nos sirva de «puesta a punto»
para recibir tu nacimiento con gozo
y volver a la normalidad con ilusión.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret