Dios y Padre nuestro, te alabamos y damos gracias
porque deseas darte a conocer
y dialogar con nosotros,
comunicándonos la alegría y felicidad
de habernos elegido como hijos e hijas
y miembros de tu familia,
la familia que formas con Jesús y el Espíritu
y que quieres que abrace e incluya
a toda la humanidad.
Por eso te pedimos
que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo,
para que lleguemos a ser hijas e hijos tuyos
según el modelo que tenemos en tu Hijo
y hermano nuestro Jesús;
que el estilo de vida de los cristianos
y nuestro amor mutuo sean un reflejo del amor
que tú compartes con Jesús, con el Espíritu
y con cada una de tus criaturas.
Te pedimos también, Padre,
que sepamos hacer el camino de la vida,
con sus dudas y conflictos,
con la certeza de que nos acompañas
y de que seguimos a Jesús,
Guía de la humanidad,
llenos del amor y la fuerza del Espíritu Santo.
Que sepamos, cuando convenga, sufrir con Cristo;
cada día, anunciar el Evangelio con él;
ser, como él, constructores de comunidad,
preocuparnos y estar, como él,
al lado de los pobres, enfermos, marginados,
anunciar y vivir, como él, el Reino
y tener coraje de denunciar
todo lo que se le opone.
Así empezaremos a vivir
según tu proyecto
y la vocación que nos diste al crearnos.