Domingo XXIII del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 8 Septiembre 2024
Queremos hacer presente tu Reino en medio del mundo

Señor, gracias por compadecerte de nuestro dolor.

Tú nunca nos abandonas cuando nos sentimos abatidos.
Nos llamas a ser valientes y a confiar en que harás justicia,
en que tu salvación se hará realidad.

Te presentamos la ceguera
que nos oculta tu Presencia;
la sordera que no nos deja escuchar
el clamor de los que sufren;
la cojera que nos impide saltar de gozo
para celebrar tu misericordia;
la mudez que ahoga nuestra voz
al pedir ayuda a los hermanos.

Queremos hacer presente tu Reino en medio del mundo,
no para presumir de nuestro compromiso
ni para que hablen bien de nosotros,
sino porque nos interpela el sufrimiento de tus hijos.

Señor, que nuestras comunidades
sean un lugar sin privilegios ni diferencias entre las personas.
Enséñanos a ser como Tú y a saber aceptar a cualquier ser humano,
acoger a todo el mundo para atender sus necesidades
sin hacer acepción de personas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que seamos buenos oyentes de la Palabra de Dios

Señor, el sordomudo
tenía el tipo de enfermedad
que era considerada un castigo.
Quien la sufría era visto como pecador.
Nosotros también acusamos
a muchas personas
que sufren ciertas enfermedades.
Ayúdanos, Señor,
a ser más compasivos y misericordiosos.devolver la voz
a los que no pueden hablar.

Señor, tenemos tantos medios
de comunicación
que hacemos oídos sordos
al drama de los hermanos.
Muchas personas se encuentran
en situaciones dramáticas
que les impiden expresarse
e incluso pedir ayuda.

Señor, nos falta contacto humano.
Nos cuesta el contacto cálido
y desconfiamos por principio.
Tememos amar para no sentirnos dañados.
Señor, haz que vivamos
sintiéndonos amados por Ti
y danos seguridad
para poder decir en cada momento
la palabra adecuada.

Que seamos buenos oyentes
de la Palabra de Dios
y podamos vivir de acuerdo con ella.

Señor, quiero escuchar lo que me dices
y no quedarme solamente
con lo que me digo a mí mismo.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, que no seamos sordos a tu llamada

Señor, danos habilidad
para devolver la voz
a los que no pueden hablar,
que en nuestras celebraciones
nunca menospreciemos a nadie
y sepamos conectar
con lo mejor de cada persona.

Señor, danos sabiduría
para comprender que los milagros son posibles
cuando hay una trayectoria vital en la persona
que le hace capaz de acoger tu Palabra
y desear la curación del cuerpo o del espíritu.

La incomunicación, Señor,
es un mal de nuestro tiempo.
Ayúdanos a poder decir lo que pensamos
sin vernos coartados
por el qué dirán o por los prejuicios.

Señor, que no seamos sordos a tu llamada
y que al empezar un nuevo curso escolar,
los docentes, los padres
y cuantos estamos en contacto con los niños,
seamos ejemplos de bondad
y rectitud en nuestros criterios.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Haz que oiga tu voz

Jesús,
la curación del sordo me hace pensar
que yo también necesito que me abras
el corazón y la mente a tu palabra,
para que descubra en tu mensaje
la verdad, la vida y el amor
que me permitirán ser libre.

También te querría pedir que me liberes
de la insensibilidad y la indiferencia,
que no me dejan escuchar los gritos
de los necesitados, cercanos o lejanos.

Ya sé que tu mensaje es una voz
que me lleva constantemente a ser solidario
y a querer con todo lo que soy y tengo,
pero el miedo al esfuerzo y el egoísmo,
que me lleva a asegurar mi bienestar,
con frecuencia hacen de mí,
un sordo de conveniencia;
prefiero pensar que tengo razones,
para no escuchar el grito
de los hermanos necesitados.

¡Dame un corazón semejante al tuyo!

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Vivir cada día en actitud de servicio

Nos deja admirados, Señor Jesús,
la dedicación a aquel hombre que te presentaron
hasta que se abrió a escuchar
tu palabra y a saber hablar de ti;
nos recuerda las dificultades que tenemos
para ser verdaderamente tus discípulos,
y la paciencia que tienes con cada uno de nosotros.

Que el amor que nos dedicas
no sea en vano, sino motivo constante
de agradecimiento y gozo profundos
y que nuestras vidas se vayan transformando
por la atención que te dedicamos a ti
y a cada uno de nuestros hermanos y hermanas.

No nos dejes caer en el aislamiento
ni en el egoísmo de pensar sólo en nosotros;
haznos personas y comunidades
que sepamos invitar y ayudar a los demás
a acercarnos a ti
y a vivir cada día en actitud de servicio.

En estas semanas
en que se preparan las actividades del curso,
ábrenos el corazón para que nos dispongamos
a colaborar en los ministerios y servicios
de cada comunidad y en todo aquello
que ayuda a construir
una sociedad mejor y más fraterna.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Te rogamos por tanta gente mayor que no encuentra a quien le escuche

Te rogamos, Señor, por los políticos,
que hacen tantos debates
y pronuncian tantos discursos
sin que, en apariencia,
cambien nunca sus posicionamientos.

Hablan sin escuchar y, quizás por esto,
ni los creemos ni les escuchamos.

Te rogamos por tantas familias
en que marido y mujer piensan
que ya lo saben todo
y no tienen nada que decir,
donde los silencios son fríos y espesos,
llenos de rutina y desconfianza.

Te rogamos por los adolescentes
que siempre han tenido dificultades
para comunicarse
y que hoy en día tienen más fácil que nunca
encerrarse en su caparazón
y evadirse en un mundo de ficción.

Te rogamos por tanta gente mayor
que no encuentra a quien le escuche
y que ve transcurrir las horas
en un olvido vacío.

Seguro que tú escuchas sus oraciones.
Mándales a gente buena,
dispuesta a escuchar y a hablar.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret