Domingo VI de Pascua

Ciclo y fecha
Ciclo: 
A
Tiempo: 
Pascua
Fecha: 
14/05/2023
Lecturas
Primera lectura
Hch 8, 5-8.14-17
Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles:

En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría, y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno; estaban sólo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 

Salmo responsorial
Salmo 65
Aclamad al Señor, tierra entera.

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!».

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios, 
sus temibles proezas en favor de los hombres.

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos en él.
Con su poder gobierna eternamente.

Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor.

Segunda lectura
1Pe 3, 15-18
Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro:

Queridos hermanos: Glorificad a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia, para que, cuando os calumnien, queden en ridículo los que atenían contra vuestra buena conducta en Cristo. Pues es mejor sufrir haciendo el bien, si así lo quiere Dios, que sufrir haciendo el mal. Porque también Cristo sufrió su pasión, de una vez para siempre, por los pecados, el justo por los injustos, para conduciros a Dios. Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.

Evangelio
Jn 14, 15-21
Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito
Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

O bien, en este Año A:
Segunda lectura
1P 4, 13-16
Si os ultrajan por el nombre de Cristo, bienaventurados vosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro:

Queridos hermanos: Estad alegres en la medida que compartís los sufrimientos de Cristo, de modo que, cuando se revele su gloria, gocéis la alegría desbordante. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, bienaventurados vosotros, porque el Espíritu de la gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros. Así pues, que ninguno de vosotros tenga que sufrir por ser asesino, ladrón, malhechor o entrometido, pero si es por ser cristiano, que no se avergüence, sino que dé gloria a Dios por este nombre.

Evangelio
Jn 17, 1-11a
Padre, glorifica a tu Hijo
Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcana ti, único Dios verdadero y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».