"En Japón hay un gran respeto por el hecho religioso”

12/10/2018
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"En Japón hay un gran respeto por el hecho religioso, no se ríen. Dios no les molesta ", explicó el obispo auxiliar de Osaka en Japón, el religioso claretiano Josep M. Abella la tarde del pasado 9 de octubre en una charla que ofreció en la parroquia de San Antonio M. Claret de Balàfia, ante un numeroso auditorio.

El "obispo misionero", tal y como se presentó al inicio de su intervención, nació en Lleida en 1949 y recibió la ordenación episcopal el pasado 16 de julio, en la catedral de Osaka, donde ya ha regresado después de haber visitado en Lleida a sus dos hermanas y compartido comunidad con los religiosos claretianos.

En su intervención, el obispo Abella dijo que el cristianismo tiene una larga historia en Japón, habiendo llegado en 1540 con San Francisco Javier, al tiempo que es una historia martirial: "Es la iglesia de Asia con más mártires que ha marcado mucho el cristianismo en Japón", dijo. Abella recordó la película "Silencio", dirigida por Martin Scorsese, basada en la represión de los católicos japoneses, durante la Revolución Shimabara (1637-1638).

En cuanto a la realidad de la iglesia Católica en Japón, explicó que en un país con 126 millones de habitantes, solo hay 420.000 católicos, que representa un 0'4%: "la catedral de Osaka la frecuentan unos 200 cristianos. El único poder que tiene en sus manos una iglesia minoritaria como lo es la católica en Japón, es la transparencia y la coherencia. Nosotros como misioneros sólo hacemos una cosa: Evangelizar y nuestra misión es ayudar a vivir la condición humana y el Evangelio, nos ayuda a vivir con profundidad.

El obispo Abella se refirió a cómo la iglesia católica de Japón debe vivir en medio de un marcado pluralismo cultural y religioso: "... que exige una fuerte convicción de la propia fe y una apertura y adhesión cordial a la persona de Jesús; con una opción clara al lado de los marginados y trabajar por la Paz en una sociedad que ha sufrido la guerra y que tiene muy vivo el recuerdo de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki de la Segunda Guerra Mundial". El obispo auxiliar de Osaka concluyó su charla invitando a todos a ir al fondo y lo esencial de la fe: "Que es lo que llega al corazón de la gente".

Jordi Curcó.