Dios y Padre nuestro, te damos gracias
porque hoy, en pleno tiempo de Navidad,
podemos empezar un nuevo año,
que recibimos como regalo tuyo
y como nueva oportunidad
de colaborar contigo
para que tu bendición llegue a todos.
A veces estamos abrumados
por muchas frustraciones, cansancio y desánimo;
por eso te pedimos
que tu Palabra nos dé fuerzas
e ilusión para proseguir cada día
siguiendo tu propuesta de vida y salvación.
Haz, Padre, que sepamos mirar hacia María
y, como ella, abrir el corazón y la mente para escucharte,
creer en tu proyecto salvador
y responder a él con todas nuestras fuerzas;
que, como los pastores,
sepamos ir al encuentro de Jesús
y sepamos también hablar de Él de manera convincente.
Que durante el año que hoy empieza
seamos constructores de paz y fraternidad
en la convivencia con nuestros hermanos.
Que tu bendición, Padre,
llegue también a los países en guerra,
a los que oprimen a los más débiles,
a los jóvenes que no ven claro su futuro,
a las familias que ya no saben a quién acudir.
Haz que cada día sepamos colaborar
con todas las personas de buena voluntad
para hacer de cada instante de este año
un tiempo de salvación y paz.