Domingo II de Navidad

Ciclo y fecha
Cicle: 
A
Temps: 
Navidad
Data : 
Domingo, 4 Enero 2026
Gracias, Señor, por no ser un Dios lejano

Gracias, Señor, por no ser un Dios lejano.
A pesar de tu grandeza,
te has querido hacer cercano.

Como no resistiríamos tu esplendor,
te has hecho uno más de nosotros,
te has encarnado,
te has hecho hombre,
te has hecho niño,
has plantado tu tienda
en medio de la humanidad.

Te damos gracias por este acto de amor,
de entrega,
de generosidad.
Te agradecemos de todo corazón
que hayas aceptado la condición humana
para compartir con nosotros
tu condición de Hijo de Dios.

Gracias por ser la Palabra que nos revela
los designios de Dios.
Gracias por ser la Vida
por lo que todo existe.
Gracias por ser la luz
que resplandece en nuestra oscuridad.

Ilumina los ojos de nuestro corazón,
para que seamos siempre conscientes de la grandeza
de lo que has hecho por nosotros.

Concédenos el don de la comprensión profunda
de quién es el niño nacido en Belén
y de quienes somos realmente nosotros.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Constructores de puentes de solidaridad y de paz

Te damos gracias, Dios y Padre nuestro,
porque nos has hablado y sigues hablándonos
en la persona de tu Hijo Jesús,
carne de nuestra carne y verdadero hermano;

su vida es para nosotros el modelo
para ser auténticamente humanos e hijos tuyos,
la mejor referencia para saber quién eres
y para realizar nuestra vocación 
de ser tu imagen y semejanza.

Ayúdanos, Padre, 
a ser plenamente humanos,
como Jesús fue, 
y que éste sea el camino
que nos acerque cada vez más a ti
y nos haga vivir como auténticos hijos tuyos.

Que cada comunidad cristiana sea, en su ámbito,
comunicadora de fraternidad y misericordia,
constructora de puentes de solidaridad y de paz,
cultivadora del valor y la dignidad de la persona
y promotora de su espiritualidad 
y relación contigo, 
conscientes de que esto nos humaniza.

Que el tiempo de Navidad ayude a todos 
a ver a cada persona como hermano 
que no puede ser maltratado, 
despreciado ni olvidado 
o usado al servicio de intereses egoístas.

Que crezca la conciencia de la dignidad
que tú, Padre, concedes a cada ser humano
así como la responsabilidad y disponibilidad
para trabajar y colaborar con los demás
en la construcción de este mundo
que has puesto en nuestras manos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Aprendo a captarte en lo pequeño

Hoy que no hay que preparar
ningún gran banquete
tengo tiempo de rezar ante el pesebre,
casi como si jugara con las figuritas.

Hoy aprendo a captarte en lo pequeño,
en los gestos cotidianos,
en la mesa puesta de cada día,
en el «buenos días», el «gracias» y el «perdón»
que comparto con los que tengo cerca.

Hoy aprendo a encontrarte
tal como tú lo quieres,
entre los hermanos más pequeños:
los que pasan hambre,
los que no tienen acceso a una escuela
o a un hospital,
los que no tienen trabajo o papeles,
los que encuentran todas las puertas cerradas.

Has venido a tu casa
y los tuyos no te han acogido.
Concédeme el don de la fe
para que pueda abrirte la puerta de casa
y recibir el don de ser hijo de Dios.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret