Padre nuestro, Tú ungiste con tu Espíritu a San Antonio Mª Claret para hacerlo oyente asiduo y servidor fiel de tu Palabra.
En este segundo centenario de su nacimiento te damos gracias por el don de su vida y la fecundidad de su misión.
Suscita en la Iglesia muchos evangelizadores que, urgidos por la caridad de Cristo, abrasen por donde pasen y procuren por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego de tu amor.
Concédenos, Señor, por su intersección y por la intercesión del Corazón de María, nuestra Madre, crecer en la fe, la esperanza y la entrega incondicional a ti y a todos los hermanos para poder gozar todos juntos un día en la casa de tu Reino.
Amén.