Nos preguntas qué concepto tenemos de ti,
qué estamos dispuestos a afirmar sobre ti a los demás,
quién creemos realmente que eres, Jesús.
Simón Pedro se ha adelantado en la respuesta,
nos ha sacado de dudas
porque estaba inspirado
por una fe divina,
superior a nuestras luces.
Si deseas que todos comprendamos tu Reino
y sepamos cómo entrar en él,
te pedimos que sigas dándonos algún Pedro,
que ilumines a sus sucesores en cada época,
porque entre tantas religiones y profetas,
sabios, científicos y embaucadores aprovechados,
no perdamos la cabeza ni erremos el camino.
Al fin y al cabo, si no fuera por esto,
no necesitaríamos estructuras, ni doctrinas, ni papas;
pero somos humanos, vivimos en comunidad,
y necesitamos la Iglesia
porque conserva la fe en su seno,
y con solvencia la desarrolla y la transmite,
haciendo que todos sepan que eres el Hijo de Dios,
que, con esta humildad, nos has querido salvar.