Domingo XXI del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
A
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 27 Agosto 2023
Ayúdanos, Señor, a saber escuchar tus preguntas

Jesús, Mesías, Hijo de Dios vivo,
la pregunta que hiciste a Pedro
y a los demás discípulos tuyos
nos la haces también a cada uno de nosotros
y a toda nuestra comunidad,
y pides que nos decidamos
e impliquemos en la respuesta.

Ayúdanos, Señor Jesús,
a saber escuchar tus preguntas
cuando leemos o escuchamos tu palabra;
ayúdanos a captar las cuestiones
que, quizá sin palabras,
nos dirige el mundo de hoy
desde el sufrimiento de los más débiles,
desde la cultura, las ciencias y las artes,
desde la increencia o indiferencia religiosa,
desde la constatación de nuestros pecados.

Y ayúdanos especialmente a saber responder
desde la fe vivida y el testimonio de vida;
y que nuestro modo de vivir sea también
una pregunta para cuantos nos rodean.

Que sepamos recorrer el camino de la vida
en diálogo constante contigo
y con nuestros hermanos y hermanas,
tal como tú vivías siempre en diálogo
con el Padre, con los discípulos,
con el pueblo y las personas que te buscaban.

Que aprendamos así a acercarnos más
a la mente del Señor, nuestro Dios y Padre.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que no se pierdan las llaves

Nos preguntas qué concepto tenemos de ti,
qué estamos dispuestos a afirmar sobre ti a los demás,
quién creemos realmente que eres, Jesús.

Simón Pedro se ha adelantado en la respuesta,
nos ha sacado de dudas
porque estaba inspirado
por una fe divina,
superior a nuestras luces.

Si deseas que todos comprendamos tu Reino
y sepamos cómo entrar en él,
te pedimos que sigas dándonos algún Pedro,
que ilumines a sus sucesores en cada época,
porque entre tantas religiones y profetas,
sabios, científicos y embaucadores aprovechados,
no perdamos la cabeza ni erremos el camino.

Al fin y al cabo, si no fuera por esto,
no necesitaríamos estructuras, ni doctrinas, ni papas;
pero somos humanos, vivimos en comunidad,
y necesitamos la Iglesia
porque conserva la fe en su seno,
y con solvencia la desarrolla y la transmite,
haciendo que todos sepan que eres el Hijo de Dios,
que, con esta humildad, nos has querido salvar.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Responder desde la fe vivida y el testimonio de vida

Jesús, Mesías, Hijo de Dios vivo,
la pregunta que hiciste a Pedro
y a los demás discípulos tuyos
nos la haces también a cada uno de nosotros
y a toda nuestra comunidad, y pides que
nos decidamos e impliquemos en la respuesta.

Ayúdanos, Señor Jesús, a saber escuchar
tus preguntas, y a hacernos preguntas
cuando leemos o escuchamos tu palabra;
ayúdanos a captar las cuestiones que,
quizá sin palabras, nos dirige el mundo de hoy
desde el sufrimiento de los más débiles,
desde la cultura, la ciencia y las artes,
desde la increencia o indiferencia religiosa,
desde la constatación de nuestros pecados.

Y ayúdanos especialmente a saber responder
desde la fe vivida y el testimonio de vida;
y que nuestro modo de vivir sea también
una pregunta para cuantos nos rodean.

Que sepamos recorrer el camino de la vida
en diálogo constante contigo y
con nuestros hermanos y hermanas,
tal como tú vivías siempre en diálogo
con el Padre, con los discípulos,
con el pueblo y las personas que te buscaban.

Que aprendamos así a acercarnos más
a la mente del Señor, nuestro Dios y Padre.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que seamos puerta abierta para que todos puedan conocerte

No puedo decir que eres el Mesías
y quedarme apalancado en el sofá de casa.
Si te digo quién eres, tú me dirás quién soy,
pronunciarás mi nombre nuevo,
que el Padre ha pensado para mí.

Revelarás mi identidad
de hijo de Dios y miembro de tu Cuerpo,
despertarás mi vocación,
la misión que tengo encomendada
para el crecimiento de tu Reino.

Te pido por toda la Iglesia,
sostenida por la fe de Pedro
y de su sucesor, el obispo de Roma.
Que, fieles a tu voluntad,
seamos siempre puerta abierta
y nunca un obstáculo
para que todos puedan conocerte
y experimentar tu amor.

Que aportemos sentido, esperanza
y felicidad a un mundo
que tanto los necesita.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que el Espíritu Santo nos muestre a Jesús como el único Mesías

Señor, gracias por la Encarnación
de tu Hijo entre nosotros.
Gracias por mostrarle a Pedro
su verdadera identidad
y convertirlo en la piedra
donde se fundamenta la fe de los creyentes.
Un misterio que solo Tú conocías
y no le fue revelado por la carne.

Sin su testimonio,
no podríamos conocer tu naturaleza divina,
no sabríamos distinguirte de otros profetas
que también nos hablan de Dios,
pero no son la Palabra hecha hombre.

Gracias por el papa Francisco,
sucesor de Pedro,
a quien has confiado las llaves de tu Reino.

Gracias por otorgar a la iglesia
el poder de vencer el mal.

Gracias por el sacramento de la penitencia
que nos libera de la esclavitud del pecado.

Gracias por la unción de los enfermos,
que nos ayuda a superar el dolor
y nos da esperanza ante la muerte.

Que tu Espíritu Santo nos muestre a Jesús
como el único Mesías de nuestra vida,
el enviado de Dios para salvarnos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret