Domingo II de Pascua

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 7 Abril 2024
Tu presencia llena de alegría el corazón

Señor Jesús, cuando me fijo en los discípulos
que estaban en casa al anochecer del domingo,
me doy cuenta de la riqueza que les comunicaste
y que nos ofreces también a nosotros;
y me siento impulsado a agradecerte por ello.

Tú nos das el saludo de paz que sosiega,
nos comunicas el soplo del Espíritu
que nos hace vivir y superar el miedo;
compartes con nosotros la misión
que habías recibido del Padre
y nos dices que seamos tus testigos
y portadores de reconciliación y perdón por todas partes.

Tú, Señor, eres el Viviente entre nosotros,
tu presencia llena de alegría el corazón
y es el fundamento de esta comunidad
en que te proclamamos Señor y Dios
y que nos ayuda a caminar y a superar
las dudas y problemas que encontramos cada día,
y donde tú nos proclamas felices porque creemos.

Ayúdanos, Señor Jesús, a reconocer
la gran riqueza que tenemos,
y que no viene de nosotros, sino que es regalo tuyo;
haz que vivamos de acuerdo
con cuanto hemos recibido
y cada día recibimos de ti;
que aquella transformación que conocieron
los discípulos después de Pascua,
la conozca cada día toda la Iglesia.

Haznos dóciles al Espíritu y a tu palabra
que siempre invita a ir más allá
de nuestras pobres realizaciones.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que sepamos caminar al ritmo de las personas que tenemos a nuestro lado

Señor, diste a tu Iglesia
el poder de perdonar los pecados.
Perdonar es una actitud de unión.
La justicia divide.
El perdón nos hace uno con todos.
Si perdemos la conciencia de unidad,
el perdón es pura farsa.

Señor, no tomaste represalias
ante la incredulidad de Tomás.
Comprendiste su miedo.
Supiste ver que vivir cambios
tan radicales como aceptar tu resurrección
supone tiempo.
Que sepamos caminar al ritmo
de las personas que tenemos a nuestro lado.

Señor, haz que seamos
intransigentes con el mal
pero comprensivos con quien lo comete.
Todos somos capaces de hacer el mal
y todos nos equivocamos.

Que la justicia
no se transforme en venganza.
Que al estilo de Dios
sepamos unir la justicia y el perdón.

Señor, tus llagas son la marca
de autenticidad de tu amor.
Que las obras
de los que nos llamamos cristianos
sean pruebas de amor.

"La Missa de cada dia", de l'Editorial Claret
Aumenta nuestra fe, Señor

Señor, hoy nos quieres recordar
que tu presencia física
no fue suficiente para convencer a los incrédulos.
Tomàs te conocía.
Había vivido contigo,
pero le costaba reconocerte
cuando te apareciste Resucitado.

A nosotros nos pasa algo parecido
cuando nos interrogamos
y buscamos mil razones para convencernos
de tu presencia en los sacramentos.
Olvidamos que tu presencia
es cuestión de amor.

Aumenta nuestra fe, Señor.

Señor, que creamos cuando todo va bien,
cuando la situación económica es más o menos estable,
que sepamos ver tu presencia
cuando nuestros hijos crecen en sabiduría y gracia,
que te sintamos cerca
cuando prosperamos en nuestro trabajo
y tenemos una familia estable y acogedora.

Que no necesitemos, Señor,
tocar las llagas del sufrimiento
o de la contradición
para creer en Ti.

Que nuestra presencia trasmita paz y comprensión
tal como Tú nos enseñas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
A pesar de las puertas cerradas

Jesús,
tu vida de Resucitado es un misterio
que nunca acabaremos de comprender.

Pero hoy te sabemos y sentimos presente
gracias a tus apariciones de Resucitado:

Vienes a nosotros con el don de la paz
y pasas a través de las puertas cerradas
de nuestros miedos y nuestras dudas.

Respondes a la incredulidad de Tomás
con la generosidad de tu presencia,
para que te podamos ver y palpar
personalmente.

A los discípulos, que hemos recibido tu paz,
nos pides que seamos portadores
de tu amor y tu perdón,
para sembrar la paz en todo el mundo.

Quieres que, con nuestras actitudes,
seamos testigos
de tu presencia salvadora.

Crees tanto en los hombres
que nos has confiado
la realización del Proyecto del Padre.

¡Haznos testigos fieles de tu presencia! 

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
La Iglesia da testimonio de tu resurrección

Señor Jesús, te damos gracias
por habernos constituido en Iglesia,
en comunidad de creyentes
que da testimonio de tu resurrección.

Cuando miramos a las personas que la integran,
la podemos ver manchada por defectos e infidelidades.

Pero esto, lejos de hacernos perder la fe,
nos hace mirarte a Ti,
al que ha vencido el pecado,
y si has decidido manifestarte en medio de un pueblo indigno,
no somos quienes para cuestionarlo.

Es más, esto nos infunde esperanza,
porque ninguno de nosotros
está tampoco a la altura.
No nos lo merecemos.
En cambio, Tú vienes a visitarnos,
a apoyarnos en los momentos de incertidumbre.

Y cuando nos dejamos guiar por esta experiencia,
es posible vivir con un solo corazón y una sola alma,
ser generosos con los necesitados,
compartir lo que tenemos,

Vivir pendientes de los demás.
Entonces el mundo verá esta unidad,
que no nace únicamente del esfuerzo humano,
y crecerá.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Sé que creer en ti y seguirte es el camino que conduce a la vida

Nunca te he visto, Señor, con mis ojos,
pero te has hecho presente en mi vida
y me has dado el don de la fe
por medio del cual he podido reconocerte.

No he conocido el timbre de tu voz,
pero el tono de tus palabras
deja en mí un gusto inconfundible
de paz y luz, de ganas de entregarme
tal como tú hiciste y lo haces.

No he tocado tus heridas con el dedo,
pero me he sentido tantas veces curado
por tu mirada y tu palabra
que sé que tus cicatrices
tienen mucho que ver conmigo.

Por esto ya no me asusto
(o procuro no asustarme)
cuando siento que me envías
como el Padre te ha enviado.
Sé que creer en ti y seguirte
es el camino que conduce a la vida.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret