Domingo V de Pasqua

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 28 Abril 2024
Que lleguemos a producir el fruto que esperas

Te damos gracias,
Padre de Jesucristo y nuestro,
porque has querido injertarnos
en la vid verdadera que es tu Hijo Jesús;
y te pedimos que nos dejemos trabajar
e incluso podar por ti y por el Espíritu Santo,
para que lleguemos a producir
el fruto que esperas de cada uno de tus hijos
y de toda la comunidad cristiana.

No permitas, Padre, que nos convirtamos
en sarmientos secos o que dan uvas agrias.

Tu actitud, Padre, indica el amor
y la confianza que tienes en nosotros;
ayúdanos también a valorar
y a confiar en los demás,
como Bernabé confió en Pablo
y lo introdujo en la vida de la comunidad
y la convivencia con los apóstoles.

Que nuestras comunidades superen
la desconfianza para acoger a nuevas personas,
que todos seamos capaces de ayudarnos
y de cuidar unos de otros;
que el amor que reina entre nosotros
sea de obras y de verdad.

Durante estas semanas del tiempo pascual,
niños y adolescentes empiezan a participar
de la Eucaristía en muchas parroquias:
ayúdanos a saber acogerlos, tanto a ellos
como a sus padres y familiares
y a saberles comunicar la belleza de la fe
compartida y vivida cada día
en el interior de la comunidad cristiana.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que seamos reflejo de la misericordia de Dios

Señor, que por nuestro estilo de vida,
nuestros ideales y nuestra manera de vivir
el sufrimiento con esperanza,
el mundo vea que estamos unidos a ti.

Señor, admiramos
la naturaleza que nos has regalado
y la diversidad de culturas y personas
que conviven con nosotros.
Podemos hacerlo porque hemos descubierto
la gran verdad de sentirnos hermanos.

Queremos convertirnos
en camino que conduzca hacia ti.
Que quien nos mire te vea, Señor.

Señor, nuestra bondad
a veces no está exenta de egoísmo.
Purifica nuestro corazón
y hazlo semejante al tuyo.

En todos nosotros
se mantiene vivo el deseo de ver a Dios.
Señor, nos cuesta creer
que lo encontraremos en los hermanos
y en la vida de cada día.

Que seamos reflejo de la misericordia de Dios
para cuantos sufren la crisis
o la falta de trabajo.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Ser testigos de la Resurrección

Señor, que a lo largo de esta semana,
nos mantengamos fieles a tus enseñanzas.
Que sepamos dar testimonio de Ti
con nuestras obras
y recordemos en todo momento
que todo el bien que hagamos
lo realizamos en tu nombre.

Permanecer unidos a Ti,
es vivir la mística de las Bienaventuranzas
en la vida de cada día.
Mantente a nuestro lado, Señor.
A veces los obstáculos que encontramos
en el camino nos hacen perder de vista la meta.

Igual que los apóstoles,
queremos anunciar al mundo
que te sentimos vivo, que caminas con nosotros.
Ayúdanos, Señor, a ser testigos
de tu Resurrección por el amor
y la unidad entre nosotros.
Que tengamos un solo corazón
y una sola alma como Tú deseaste.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Dar frutos de vida eterna

Jesús, sabemos
que toda persona humana tiene un dinamismo
que le impulsa a acrecentar su vida
y a desarrollar su inteligencia.
Es algo personal y no depende
ni de las creencias ni de la cultura.

Pero tú nos revelas que la persona
tiene una capacidad infinita de vida y amor.
Tan grande es ese tesoro espiritual
que Dios es la medida de nuestro ser.
Estamos hechos a su imagen
y estamos llamados a vivir, desde ahora,
en comunión de amor con Él.

Con el ejemplo de la vid y los sarmientos
nos dices que la vida del espíritu viene de Dios
y, para hacerla crecer y para dar fruto,
necesitamos estar unidos a Él
y así poder recibir la fuerza de su Espíritu.
Dios nos lo ofrece siempre generosamente,
pero nosotros podemos rehusarla.

Gracias por la vida que me ofreces.
Ayúdame a dar frutos de vida eterna.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Gracias porque nos has llamado a ser seguidores tuyos

Gracias, Señor, por permitirnos
participar de tu fecundidad.

Aspiramos a dar mucho fruto,
pero no para alardear,
sino para darte gloria.
Deseamos que la gente
reconozca tu grandeza
al ver cómo nuestro amor
no son frases bonitas
ni palabras huecas,
sino que es verdadero
y se traduce en hechos concretos.

Queremos ser sarmientos
injertados en la vid verdadera,
Tú mismo, que das vida
y nos haces fecundos.

Te damos gracias por Saulo,
aquel hombre tan convencido de sí mismo
que perseguía a tus discípulos.
Pero te apiadaste de él
y lo convertiste en un gran apóstol.

Gracias porque nos has llamado
a ser seguidores tuyos,
a pesar de nuestras debilidades.
Nos has podado y purificado,
porque quieres que seamos fecundos
y demos fruto abundante para glorificarte.

Que sepamos responder con humildad
a esta vocación tan grande
a la que nos has llamado.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Lejos de ti no hay vida verdadera, Señor

Lejos de ti no hay vida verdadera, Señor.
y por esto mi gran deseo
es vivir siempre unido a ti.

Da lo mismo si soy una rama
más o menos vistosa,
si voy para arriba o para abajo,
lo que quiero es que tu savia
circule por mis venas.

Que aprenda a vivir la vida
sin quejarme de lo que me pasa,
preguntándome en cada situación
qué esperas de mí,
firme en la convicción de que,
mientras viva creyendo y amando,
estoy en ti y estás conmigo.

Que mi primer interés no sea
la promoción y el beneficio personal
sino el fruto que puedo dar:
frutos de paz, de bondad, de belleza,
de verdad y de reconciliación,
que son los que vienen de ti.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret