Domingo de Pentecostés

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Pascua
Data : 
Domingo, 19 Mayo 2024
Llena nuestros corazones con tu presencia

Ven, Espíritu Santo,
y llena nuestros corazones con tu presencia;
sé como el fuego que ilumina
y que comunica la fuerza de amar sin medida;
como la fuente de agua viva que mana sin cesar
y sacia la sed de autenticidad,
fecundando la vida de quienes te abren el corazón.

Ven, Espíritu Santo, y llena a la Iglesia
que hoy quiere seguir los pasos de Jesús;
sé para ella como el viento
que infla las velas de la nave y la empuja
a llevar la Buena Noticia por el mundo;
buena noticia de la cercanía salvadora de Dios,
de dignidad y fraternidad para todos,
de coraje a los que están desanimados,
de confianza y compañía a los que sufren,
de paz y reconciliación
que conduzca a superar tantas divisiones.

Ven, Espíritu Santo, y llena el corazón
de todas las personas del mundo
a quien el Padre ama como hijos e hijas,
y conduce a la familia humana
a la búsqueda de la verdad,
a la adquisición de la verdadera sabiduría,
al convencimiento de que todos
somos la única y misma familia.

Ven, Espíritu Santo,
y haz descubrir a cada persona
el propio camino
para ser plenamente humana y servidora.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Ven, Espíritu Santo, y danos la valentía para continuar la obra salvadora de Jesús

Ven, Espíritu Santo,
ilumínanos para que comprendamos
el verdadero sentido y valor de la vida
y detectemos los grandes problemas
que tienen atenazado al mundo:
la idolatría del dinero,
el afán desmesurado de dominio,
la violencia sobre los débiles,
el desprecio de los pobres,
la impunidad de la mentira,
la mirada corta que no quiere ver
que estamos destruyendo el planeta.

Ven y danos la valentía
para continuar la obra salvadora de Jesús:
poner paz donde hay guerra,
respeto a la vida donde hay destrucción,
fraternidad donde hay egoísmo,
verdad en cada palabra
y confianza en cada mirada.

Tú que todo lo renuevas,
infunde aliento fresco de nueva vida
donde reina hedor de muerte.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, que siempre estemos abiertos para recibir tu Espíritu

Gracias, Señor, por darnos tu Espíritu,
por concedernos tu fuerza, tu luz y tu amor.

Sin el Espíritu nos cerramos por miedo,
por egoísmo o engañados por el espejismo de la autosuficiencia.
Pero cuando abandonamos el sentimiento infantil
de querer controlarlo todo,
de creernos los señores del mundo
y de nuestra vida,
cuando tomamos el camino de la conversión
y dejamos que Tú seas nuestro pastor,
entonces disfrutamos de tu sabiduría,
y tu Palabra penetra en lo más profundo de nuestro corazón.

Saboreamos tu presencia
en los sacramentos, en la oración,
en la relación con los hermanos
o en la atención a los más débiles.

El Espíritu hace que seas real
y no un simple recuerdo de un pasado incierto
ni un ideal vacío e irrealizable.

Transforma nuestros corazones de piedra
en corazones que laten como el tuyo,
que se conmueven ante el dolor de los demás,
que se alegran con la felicidad de tus hijos.

Señor, que siempre estemos abiertos para recibir tu Espíritu,
que ni nuestros defectos ni nuestro escepticismo
ahoguen la llama de tu amor.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
¿Qué más nos podías dar?

Jesús,
nos has dejado tu ejemplo y la Buena Nueva;
has dado toda tu vida hasta la muerte en Cruz;
nos has ofrecido tu presencia en la Eucaristía,
Cuerpo y Sangre compartidas,
alimento de Vida eterna.
Pero tu deseo de ayudarnos
y estar constantemente presente en nosotros
lo has hecho realidad, de una manera especial,
con el don de tu Espíritu Santo,
el Espíritu de Vida y de Amor,
que te une indisolublemente con el Padre.

Quieres que este mismo Espíritu
nos una por siempre a vosotros
para que, desde ahora, podamos comenzar
a gozar de la felicidad de la Vida eterna.
Que escuche siempre el Espíritu que habita en mí.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Señor, haznos conscientes de la presencia del Espíritu

Señor, el Espíritu se posó
sobre todos los creyentes reunidos en el Cenáculo
y así renovó la obra de la Encarnación.
Haciendo a la comunidad
engendradora de Jesús por la Palabra
y los sacramentos.
Haznos conscientes de este gran don
y que al igual que los cristianos de Jerusalén
rebosemos de gozo y deseos de darte a conocer.

Señor, que tu Espíritu reúna
a los que están separados, 
reanime a los que han perdido la ilusión
y no encuentran sentido a la vida
y dé valentía
a los que temen dar testimonio de su fe.

Señor, danos Sabiduría
para descubrirte en cada persona.
Entendimiento para ver
lo que resulta invisible a los ojos.
Ciencia para juzgar según tu Voluntad.
Don de Consejo
para saber decir la palabra adecuada.
Piedad para mostrarnos tal cual somos
delante de Ti.
Y danos Reverencia por las cosas sagradas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
El Espíritu está presente cada vez que nos reunimos en nombre de Jesús

«Paz a vosotros, recibid el Espíritu Santo»,
dijo Jesús aquel domingo de Pascua.
Y, pasadas siete semanas,
llenaste de entusiasmo y valentía
los corazones de los discípulos
y los hiciste capaces
de comunicar en toda lengua
el mensaje de la buena noticia.

Desde entonces eres el verdadero protagonista
de la vida de la Iglesia, tal como se manifiesta
en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Estás presente en cada sacramento,
en cada frase de la Palabra de Dios,
cada vez que nos reunimos en nombre de Jesús,
cada vez que hacemos un gesto de misericordia
como los que él hacía.

Estás presente donde quieres,
porque eres la libertad divina.
Tu campo de acción supera los límites
de la Iglesia visible, porque eres vínculo
de comunión por encima de toda diferencia,
Das a todos la capacidad de amar al prójimo
y de buscar a Dios, partiendo de su realidad,
y así los pones en camino de salvación.
Gracias, Espíritu, por tantos pentecostés.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret