Domingo XIV del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 7 Julio 2024
Abre nuestros oídos para que tu Palabra arraigue en lo profundo de nuestro corazón

Señor, gracias por no cansarte de hablarnos
a pesar de nuestras resistencias.
Tenemos un corazón endurecido que no se deja interpelar
por tu amor.

Nos has dirigido tu Palabra
a través de la vida de los patriarcas
y de la inspiración de los profetas,
pero, sobre todo, a través de tu Hijo,
la verdadera Palabra que resuena desde la eternidad.

Su mensaje es claro,
pero reclama nuestra implicación.
Somos obstinados y nos resistimos a escucharte,
dudamos de los hermanos, de las Escrituras, de la Iglesia,
sin darnos cuenta de que te diriges personalmente
a cada uno de nosotros
a través de tantas mediaciones.

Gracias por tus apóstoles, como san Pablo,
que, sin ser personas extraordinarias,
vivieron algo extraordinario
y han dado testimonio.
Por eso te conocemos;
gracias a ellos,
a sus palabras,
a su vida,
a la plenitud del amor que experimentaron.

Sigue hablándonos.
Abre nuestros oídos
para que tu Palabra arraigue en lo profundo de nuestro corazón.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
No creemos a los que con sencillez nos hablan de Ti

Señor, demasiadas veces
menospreciamos a las personas
porque conocemos a su familia,
o porque nos parece imposible
que alguien a quien hemos conocido
y con quien hemos jugado
pueda tener una categoría superior.

Las expectativas de los judíos
y las nuestras, Señor, nos ciegan
y nos parece imposible
que actúes a través nuestro.
Siempre esperamos algo extraordinario.
No creemos a los que con sencillez
nos hablan de Ti.

Señor, que aprendamos
a verte en la vida diaria.
Que te encontremos en nuestro trabajo
y sepamos ser mensajeros tuyos
entre los que más nos necesitan.

Señor, nuestra vida está llena de fracasos.
Hemos perdido batallas
y nos duelen las heridas.
Ayúdanos a integrar el fracaso
en nuestra historia personal.
Sabemos que el fracaso no es nuestra meta,
queremos verlo como proceso de madurez.
Que sepamos vivirlo
sintiendo tu compañía y tu ayuda.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que sepamos arropar y animar a nuestros profetas

Señor, la bondad de los otros
a veces nos llena de desconfianza.
Nos cuesta creer
que nuestros amigos y familiares
puedan ser personas excepcionales.

Cuesta aceptar
que los que han crecido con nosotros
puedan hacer milagros y cambiar la sociedad.

Que sepamos arropar y animar
a nuestros profetas.

Señor, que sepamos verte y escuchar tu Palabra
cuando llegas a nosotros
a través de nuestros hermanos y vecinos.

Que nuestro servicio a la comunidad cristiana
sea creíble.
Que actuemos con la autoridad
que nos da el sabernos enviados por Ti.

Que a lo largo de esta semana, Señor,
tengamos paciencia y actuemos con humildad.
Que sepamos reconocer nuestros errores
y seamos conscientes que sigues hablando
a través de nuestras palabras
y curando a través de nuestras manos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
¡Eres mi Dios!

Jesús,
si te hubieras presentado como un extraterrestre,
un desconocido sin familia y sin patria,
tal vez nos habría sido más fácil creer
que eres el enviado de una divinidad lejana.
¡El misterio siempre nos ha fascinado!

A los humanos nos cuesta reconocer un Dios
encarnado y formando parte de la familia.

Para tus contemporáneos y compañeros
no había de ser nada fácil aceptarte
como el enviado de Dios y, menos aún,
como el Mesías Salvador e hijo de Dios.

Tenías la misión de hacernos comprender
la Buena Noticia salvadora del Padre del cielo.

Venciendo muchas reticencias y oposiciones,
fuiste proclamando una Buena Noticia de amor
y liberando a toda clase de personas del mal.

Poco a poco, ha aumentado el número
de los que creemos en ti y te seguimos.
¡Tú tienes palabras de Vida Eterna!

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Que nuestra vida sea nuestro primer y más importante testimonio

Señor Jesús, hoy te contemplamos
totalmente humano como nosotros, enraizado
en un pueblo y en una familia de trabajadores,
y portador de la sabiduría de Dios
y de la buena noticia que es fuente de paz,
de salvación y salud para cuantos
te acogen como el enviado del Padre.

Y vemos que muchos no te aceptan
porque no creen que Dios pueda hablarnos
en la humildad y sencillez de un hermano nuestro.

Haz que creamos, como Pablo, en tu gracia
y en la presencia de tu Espíritu
que actúan a través de nuestra debilidad.

No permitas que tus seguidores
camuflemos el Evangelio con sabidurías humanas,
con palabras difíciles o nos dirijamos a nuestros hermanos
desde pedestales que nos hemos fabricado.

Que nuestra vida sea
nuestro primer y más importante testimonio.

Que no nos dé tanto miedo nuestra fragilidad
cuanto el no ser fieles a ti
y el no confiar totalmente en tu gracia.

Que tu Iglesia sepa ayudar
a las personas y pueblos
a construir cada día el milagro
de un mundo más pacífico y fraterno.
Más respetuoso y más amante
de cuanto nos hace crecer en humanidad.

Que los que pueden hacer vacaciones
no cierren el corazón a los necesitados;
que los que tienen buena salud no se olviden
de quienes mueren por falta de atención médica;
que jamás olvidemos que cada persona
es hermana nuestra y tuya.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Tal como soy, dispón de mí para tu Reino

Jesús, se ve que no eras gran cosa
a los ojos de tus paisanos.

Los artistas siempre te han pintado bello,
bien plantado y lleno de dignidad.
Sólo con mirar un cuadro
se ve enseguida que eres un ser superior.
Pero en Nazaret no te veían así.
No podían creer en ti
y no pudiste hacer ningún milagro.

Pablo se quejaba de su debilidad.
¿Cómo puede ser
que unas revelaciones tan sublimes
y una misión tan grande
hayan sido encomendadas
a un hombre que tiene una señal del mal
clavada como una espina?
Pero así resalta más la fuerza de Cristo
en la debilidad de su apóstol.

Señor, a menudo te pido que me hagas mejor
y me liberes de mis imperfecciones.
Ahora veo que, si me has querido así,
tengo que agradecértelo
y no debo reclamar nada.
Tal como soy, dispón de mí para tu Reino.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret