Domingo X del tiempo ordinario

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Tiempo ordinario
Data : 
Domingo, 9 Junio 2024
Que pongamos en el centro el servicio a las personas

Gracias, Señor, por tu ejemplo
de servicio generoso a la gente,
de atención a cada persona,
que se sentía acogida, escuchada,
curada, reconfortada por ti.

Gracias, Señor, también,
por el ejemplo de tus discípulos a quienes vemos
colaborando activamente contigo.
Ayuda a tu Iglesia a realizar así
la misión que le has encomendado:
que pongamos en el centro
el servicio a las personas, que las acojamos,
pero que también las vayamos a buscar.

Ayúdanos a ser una comunidad
de hermanos y hermanas,
abierta a todo el mundo,
unida por ti y por tu Palabra,
más allá de los vínculos de sangre o de amistad,
pero con capacidad de amarnos
con cariño de hermanos.

Ayúdanos finalmente a tener
tu coraje y confianza
cuando nos tomen por locos
o tergiversen nuestras motivaciones o acciones.
Entonces haznos experimentar
el gozo de tu bienaventuranza:
«Dichosos vosotros cuando os insulten
y os persigan y os calumnien
de cualquier modo por mi causa.
Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa
será grande en el cielo».

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
No hacer caso del qué dirán

Jesús,
eran muchos los que no te comprendían.
Tus parientes te querían poner a raya,
porque pensabas demasiado en los demás
y no te reservabas un tiempo suficiente para ti.

Otros, cuando curabas a alguien o lo liberabas del mal,
decían que estabas poseído por el demonio.
En cambio, la gente sencilla y sin prejuicios,
encontraban que lo hacías todo bien.

A ti no te preocupaba en absoluto
aquello de «¿Qué dirá la gentet?»,
ya que sólo buscabas hacer el bien
y ser fiel a tu misión.

Haz que como tú, nunca sea esclavo
de lo que dirán o de intereses egoístas.
Ayúdame a actuar con libertad,
de acuerdo con mi conciencia
y con lo que me pide
el cumplimiento de mi deber
y el amor fiel a Dios y a los hermanos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Decir las cosas por su nombre es un gran servicio a la verdad

Señor, te pido el espíritu de discernimiento
para que pueda detectar el mal
que se muestra con apariencia de bien:
las ofensas que se disfrazan de sinceridad,
la infidelidad que se disfraza de libertad,
la cobardía que se disfraza de prudencia,
la injusticia que se disfraza de legalidad,
la avaricia que se disfraza de libre mercado.

Señor, sé que por muchos pecados que cometa
tú siempre me estarás esperando
para perdonarme y acogerme
como el hijo pródigo que vuelve a casa.

Pero, si empiezo a considerar
que el mal es bien y el bien es mal
ya no desearé tu perdón
y el maligno habrá vencido.

Por eso te pido también que no me confunda
el lenguaje políticamente correcto:
decir las cosas por su nombre
es un gran servicio a la verdad.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret