Santiago, apóstol

Ciclo y fecha
Cicle: 
B
Temps: 
Santoral
Data : 
Jueves, 25 Julio 2024
Gracias, Señor, por el testimonio del apóstol Santiago

Gracias, Señor, por el apóstol Santiago,
por su testimonio, que incluye errores y debilidades.
Pero consintió que lo levantases
para entregarse plenamente a Ti.

Somos vasijas de barro,
frágiles, débiles, pobres…
Pero Tú nos has elegido así
para que se haga evidente
que el poder procede de Dios
i no de nuestras fuerzas,
de nuestra inteligencia
o de nuestras virtudes.

Somos vanidosos, como Santiago,
y nos afanamos por sentarnos en los lugares de privilegio.
Somos críticos, como el resto de los apóstoles,
siempre dispuestos a acusar a los demás,
a denunciar la paja en el ojo del hermano
sin darnos cuenta de la viga que hay en el nuestro.
Queremos subir al Tabor para ser especiales
i nos vence la pereza cuando hay que ponerse a servir
o a acompañar al que sufre.

Que el ejemplo del apóstol Santiago
nos sirva para no desanimarnos cuando caemos
y para no vanagloriarnos cuando nos levantas.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Santiago de Galicia

No me sorprende, Santiago,
que aspires a situarte
en un lugar destacado.
Lo llevamos en la sangre.

Es debilidad humana
la pasión por el poder.
Más la pasión de Jesús,
la razón del sacrificio
escapa a nuestra razón.

Escúchame, pues, Santiago,
atiende y acepta mi ruego.

Haz que seamos valientes,
aceptando el sufrimiento;
¡danos tu misma osadía
Para apurar nuestro cáliz!

Que amemos a Jesucristo
más allá de la razón,
sin dudas ni titubeos.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Ayúdanos a vivir con entusiasmo la adhesión a Jesucristo

Apóstol Santiago,
gracias a personas que, como tú, 
fueron testigos de Jesucristo
la fe llegó y echó raíces en nuestra tierra.

Ayúdanos a vivir con entusiasmo
la adhesión a Jesucristo, para que hoy
seamos sus testigos entre los nuestros
y los comunicadores de la fe
a aquellos que aún no la han descubierto.

En Santiago de Compostela
millares de personas abrazan tu imagen:
que sea signo de nuestra disposición
a ser seguidores de Jesucristo
hasta la entrega y la generosidad total,
fijando en él nuestra mirada y nuestro corazón,
como tú y tus compañeros apóstoles
fuisteis capaces de hacer.

Ayuda a cultivar entre los pueblos de España
la verdadera fraternidad, el respeto mutuo
y la capacidad de buscar el bien de los demás.

Ruega por nosotros para que podamos superar
la crisis de humanidad y desconfianza
en que nos hallamos sumergidos.

Que, como tú y tus compañeros,
sepamos abrir nuestros corazones
a la palabra y a la propuesta de vida de Jesús.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret
Todos tenemos un cáliz que debemos beber

San Jaime bendito, hijo del trueno,
el evangelio de hoy no te deja muy bien.

A los que utilizan las influencias familiares
para colocarse en buena posición
les llamábamos «recomendados»
y a la hora del trabajo eran tan inútiles
como un cero a la izquierda.

Quién sabe si para purgar esta falta
te impusiste el deber
de llegar al punto más lejano de la tierra
llevando contigo el mensaje del evangelio.

Todavía hoy te lo agradecen infinitamente
los que siguiendo tus pasos
hacen experiencias y descubrimientos
que nunca habían soñado
sobre la vida, sobre ellos mismos
y sobre Dios.

Todos tenemos un cáliz que debemos beber
como lo bebió el Señor Jesús.
Enséñanos a hacerlo
con valentía y perseverancia,
como tú lo hiciste,
hasta el fin de nuestros días.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret