El encuentro martirial en el Mas Claret recuerda a los mártires de todos los tiempos

Con una agradable temperatura, pero con un viento que obligaba a aguantar fuertemente las hojas de la liturgia, un buen grupo de personas de la familia claretiana de Cataluña, y otras venidas desde Aragón, han celebrado el pasado domingo 15 de septiembre, el tradicional Encuentro martirial en el Mas Claret.

Este encuentro que se celebra el tercer domingo de septiembre, este año ha coincidido con la festividad de la Virgen de los Dolores, figura muy ligada al sufrimiento del martirio. El año pasado fue un acto diferente para explicitar la beatificación de los mártires claretianos. Este año, sin embargo, ha recuperado el formato de siempre comenzando con un viacrucis que, con las diferentes estaciones y el canto de los gozos de los mártires del Mas Claret, recuerda los últimos momentos de las vidas de algunos misioneros claretianos mártires, víctimas de la revolución del año 1936. La procesión hacia el lugar donde fueron fusilados, ha recorrido el camino de los mártires, el mismo que hicieron los claretianos de esta casa, atados de dos en dos. Este año se han recordado de manera especial a cuatro de los misioneros que pertenecían a la comunidad de Cervera.

La Eucaristía, memorial del primer mártir, que es Cristo muerto y resucitado, ha sido un memorial de los mártires claretianos. No sólo del grupo que murió en este lugar en otoño de 1936, sino de todos los mártires claretianos: de los más de 180 que la Iglesia ha declarado beatos, y también de todos aquellos que, desde 1868 hasta nuestros días, han sido asesinados por ser religiosos y predicar el Evangelio.

Sin olvidar los mártires nombrados anteriormente, el claretiano José Roca que ha presidido la eucaristía, ha invitado a tener la mirada y el corazón abiertos a los cientos de mártires que cada año hay en el mundo: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, que son muertos o encarcelados por vivir su fe muy a fondo, por seguir a Jesús muy de cerca, anunciando y viviendo su Evangelio, en definitiva, por ser creyentes en Jesucristo. Asimismo, animó a todos a creer en la resurrección, y renovar la esperanza siendo la tierra buena donde la semilla de la sangre de los mártires pueda dar buenos frutos. Y aún más, animó a que cada uno se cuestione hasta dónde estaría dispuesto a llegar por motivos de fe, si peligra su vida.

Se cantó con entusiasmo el popular “Crec en un Déu” de Romeu, el mismo que cantaban algunos mártires camino del martirio.

Después de la misa tuvo lugar un apartado de agradecimientos: a los claretianos, los sacerdotes de la Segarra que cada año participan, la comunidad de Lleida que prepara la logística, el Sr. Riu que acondiciona el lugar de encuentro, etc. Se dieron algunos avisos sobre Enlace Solidario, la nueva Provincia claretiana "San Pablo" que se hará realidad el día 1 de enero de 2020, el Boletín de noticias Claretianas, etc.

Entre tanta información cabe destacar una noticia muy agradable, que fue sorpresa para todos: la joven Sabina Vall Farré, que ha hecho un trabajo de investigación sobre el Mas Claret y sus mártires, ha sido galardonada por este trabajo en tres ocasiones: 1) Primer premio Comarcal de la Segarra, 2) Segundo premio de la Universidad de Vic, 3) Premio de Investigación Joven, de la Generalitat de Catalunya. Su madre, presente en el acto, entregó una copia del trabajo al P. Provincial, para conocimiento de la comunidad claretiana.

La ceremonia acabó con el canto del Virolai, de especial significado, dado que los mártires del Mas Claret habían escondido en aquel lugar una imagen de la Virgen de Montserrat, que actualmente se venera en la Casa Provincial.

Y como siempre, antes de regresar a casa, una merienda mientras se compartían recuerdos y vivencias.

Conxita López Torres