Disponibles para hacer tu voluntad
Dios y Padre nuestro, al eco del salmo,
queremos orar hoy reproduciendo las actitudes
que marcaron toda la existencia de Jesús:
“Aquí estoy, para hacer tu voluntad”.
Estoy y estamos disponibles, Padre nuestro.
Quiero y queremos decirte que puedes contar
conmigo y con nosotros, tanto Tú
como todos los que nos necesiten.
Te pido y te pedimos, Padre,
que esta actitud nos acompañe
durante el año que empieza y siempre.
Hazme y haznos realmente disponibles.
Disponibles para hacer tu voluntad.
Ayúdanos a preguntarnos cada día:
¿Qué quieres de mí? ¿Qué deseas de nosotros?
El padre siempre desea lo mejor
para sus hijos e hijas a los que ama.
Tú quieres que aceptemos tu amor
y vivamos en auténtica fraternidad;
que todas las personas tengan dignidad
y sean tratadas con verdadero respeto;
que las personas sean lo más sagrado
en todas las familias y sociedades.
Hazme y haznos, Padre, atentos
a descubrir tu voluntad en la vida
y en las ocupaciones de cada día.
Y dame y danos el coraje
de ponerla en práctica,
con alegría y llenos de tu Espíritu.