Sí, por Ramos, los niños son los protagonistas. En la parroquia Sant Antoni Maria Claret, la iglesia, la sala de los pequeños, el vestíbulo y el patio se han llenado de color, movimiento, vida y participación de tantos niños y niñas que, acompañados de padres, padrinos y otros familiares han venido a bendecir las palmas. Algunos incluso han traído sus muñecos.