En un contexto de confinamiento, la Pastoral Obrera de Lleida ha celebrado, por medios telemáticos, la Misa del Primero de Mayo. A causa de las difíciles circunstancias, este año ha sido una celebración íntima en la que hemos participado tan solo un grupo reducido de personas. Hemos intentado vivirla en comunión, a pesar de no poder compartir la Eucaristia o darnos la Paz en persona.

Hemos tenido presente el manifiesto de la Pastoral Obrera de Cataluña, sintiéndonos unidos a los otros Movimientos Cristianos que también tienen como referencia el Mundo del Trabajo.

La declaració de l’Any de la Bíblia que el papa Francesc ha senyalat per a l’any 2020, és una oportunitat pastoral que la parròquia Claret del barri de Balàfia vol aprofitar per a divulgar el coneixement de la Bíblia. Amb aquest objectiu ha encetat el passat diumenge 1 de març, unes presentacions en powerpoins sobre la Bíblia. Es projectaran en la missa dominical al llarg de l’Any de la Bíblia, amb una periodicitat mensual.

De divendres 28 de febrer a l’1 de març, el grup de la confirmació de la parròquia ha fet una sortida a la Saira per preparar la confirmació. Érem 13 adolescents i 2 catequistes. Hi hem parlat de la importància de la confirmació per a un cristià i també de la celebració de la confirmació. La confirmació és important perquè des de la confirmació vivim plenament la vida mateixa de Jesús. És dir, vivim allò mateix que Jesús vivia, estimem allò mateix que Jesús estimava.

Un pequeño grupo de personas, representantes de las parroquias del arciprestazgo «Periferia», se reunieron el pasado sábado 8 de febrero para trabajar las cuestiones planteadas por la diócesis para colaborar en la elaboración del próximo Plan de pastoral diocesano.

El encuentro tuvo lugar en los Magraners, en la parroquia de San José Obrero, de 4 a 6 de la tarde y además de esta parroquia participaron las parroquias de los barrios de Balàfia, la Bordeta, Pardinyes, y Secà de Sant Pere.

El pasado fin de semana del 25 y 26 de enero, los niños y niñas de Mijac ¡hicimos la primera salida de fin de semana! Fuimos a la casa de colonias Cal Gort de La Pobla de Cèrvoles.

Las Super Girls, los Aventureros del Mijac, los Jacks, los Winer y los Cles conocimos a la Mii y al Jac, los protagonistas del juego de mesa con el que jugamos cada sábado. También los ayudamos a echar unas chicas malas que querían rompernos el juego y para agradecernos la ayuda nos regalaron un nuevo dado para avanzar más rápido.

El Papa Francisco ha establecido que el 2020 sea el Año de la Biblia y que cada tercer domingo del tiempo ordinario sea domingo de la Biblia. Por eso desde la Parroquia St. Antoni M. Claret, toda la comunidad claretiana nos sumamos a hacer difusión de la Biblia y de la importancia de la Palabra de Dios como herramienta de enriquecimiento para el crecimiento individual y colectivo de todas las personas creyentes.

Hace años que la parroquia San Antonio M. Claret de Lleida imparte formación bíblica a través del claretiano P. Jaume Sidera, experto en Biblia y de reconocido prestigio tanto aquí como en otros lugares. Cada semana se reúne con un grupo de personas para leer, comentar y preparar las lecturas de la misa del domingo siguiente. También hay lugar para la oración sobre los textos trabajados.

El 24 de diciembre, víspera de Navidad, en la parroquia de St. Antoni M. Claret, tuvo lugar nuestra tradicional Misa del “Pollet”, concelebrada por el P. Nemesi Solà y el P. Dion Paskalis. Como ya sabéis, es una misa de celebración del Nacimiento de Jesús, pensada especialmente para los niños, pero que año tras año cuenta con la asistencia de más gente mayor. Este año, una vez más, la iglesia se llenó para celebrar que Jesús ha nacido, está entre nosotros hecho Niño, envuelto en un pesebre junto a su Madre, María, y su padre, José.

Durante la semana del 11 al 17 de noviembre, el obispo Salvador ha estado en la parroquia de Balàfia para realizar la Visita Pastoral, cumpliendo así una de las prioridades que la Iglesia de Lleida marcó para el trienio 2016 a 2.019. Se trata de la visita que el obispo diocesano está obligado a llevar a cabo, cada cinco años, a cada una de las parroquias de su diócesis para conocer más de cerca la vida cristiana de las mismas, al margen de las visitas que pueda hacer con ocasión de alguna fiesta o para la administración del sacramento de la confirmación.